Con este nombre (The Chlidren´s Marching Song) ha pasado a la historia del cine una canción infantil del folklore inglés, de la que vale la pena hacer un recordatorio.
La pequeña pieza se hizo famosa pues constituye uno de los momentos culminantes en intensidad y épica de una película en sí misma emotiva: El Albergue de la sexta felicidad (The Inn of the Sixth Happiness). Se trata de un film de 1958, protagonizado por Ingrid Bergman –junto a Curt Jürgens- en el que se recrea la peripecia de la misionera británica Gladys Aylward en China durante los tiempos de la invasión japonesa de 1938. Gladys se hallaba al frente de un Hospicio de niños abandonados en la población de Yangcheng, y ante el temor de caer en manos enemigas decidió tomar a más de 100 niños acogidos al albergue e iniciar una huida heroica a través de las montañas. Como los niños desfallecían, les enseñó una cancioncita con la que retomaron fuerzas y que convirtieron prácticamente en un himno de su prodigiosa marcha.
La pieza es conocida discográficamente como The Children´s Marching Song, nombre que recibió en la película, y entendemos que por ella merezca un nombre especial pues fue debidamente versionada por Malcolm Arnold, dándole carácter orquestal y siendo editada como disco comercial. Pero realmente se trata de una canción más antigua, This Old Man, llamada así por el comienzo de una estrofa repetitiva (This old man, he played one, with a knick knack on my thumb with a knick-knack paddywhack, give the dog a bone, this old man came rolling home) en la que sucesivamente se va cambiando la palabra “thumb” por otras contando hasta diez estrofas. Esta letra la encontramos en la colección de Canciones Escolares del Folklore Inglés recopiladas por los musicólogos Cecil Sharp y Sabine Baring-Gould en 1906, y recogida en Estados Unidos en otro catálogo de 1948 como canción popular. Existe incluso otra versión más arcaica, al parecer de procedencia galesa, conocida ya en 1870 con título Jack Jintle e incluida por Anne Gilchrist en su Journal of the English Folk Dance and Song Society, en 1937.
En la película, la canción se convierte en el símbolo de todo un esfuerzo común, un empeño de la misionera y una sublimación del sufrimiento a través del poder de la música como elemento aglutinador. No obstante, esta música no debe hacer olvidar la conmovedora historia contenida en la película. Ya hemos adelantado que narra la historia de la misionera Gladys Aylward, nacida en 1902 en una familia humilde del norte de Londres. Su vocación por ir a China se despertó muy pronto, si bien necesitó muchos años y severas dificultades para cumplir su sueño, ya en 1932. Llegada a China, fundó el Albergue de la Sexta Felicidad junto a otra misionera, Jeannie Lawson, siendo ambas muy queridas por la población y llegando a otorgar a Gladys la ciudadanía china. Tras el fallecimiento de ésta, y la invasión japonesa, tomó la decisión de iniciar la caravana dramática reflejada en la película, hasta poner a los niños a salvo. Aylward tuvo que huir a Gran Bretaña, y al intentar su regreso le fue denegado, teniendo que recalar en Taiwán, donde fundó otro hospicio llamado Orfanato Gladis Aylward.
La película, por lo demás, no deja de ser una obra de ficción que incluso incomodó a la verdadera Gladys. La misionera no estaba conforme con la forma de explicar ciertos hechos, cambios de nombres simbólicos, suposición de historias románticas… Lo cierto es que la película obedece a una novela del año anterior, The Small Woman, de Alan Bourgess, complementada con un guión de Isobel Lennart. Frente a la misma reaccionó la escritora Carol Purves, autora perteneciente a la Asociación de Escritores Cristianos, especializada en temas relativos a misioneros y temas religiosos, como en el caso de Mary Slessor en Nigeria, Geroge Mullery en Inglaterra o Harold Wildish en la Amazonia. Purves escribió el libro Chinese Whispers, que podemos considerar mucho más cercano a la vida real de Gladis Aylward y donde se refleja el importantísimo legado que dejó esta gran mujer en pro de la infancia.