Aprovechando que estamos en Navidad, y que muchos niños esperan los juguetes de los Reyes Magos, vale la pena recordar a un niño que durante muchos años nos contaba desde la televisión qué juguetes eran los más novedosos: Santi Rico.
Los más jóvenes quizá no sepan de quién hablamos. Santi apareció en televisión durante los años 70 y 80. Era un chico bastante avispado, simpático y suscitaba una sana envidia pues parecía estar rodeado siempre de los juguetes más avanzados. Lo veíamos en los anuncios de los juguetes de la marca Rico, en los que no sólo nos contaba lo que hacían los juguetes sino que él mismo nos enseñaba cómo manejarlos.
Su especialidad eran los juguetes con motor, vehículos teledirigidos por un mando con pilas y un cable. Podemos recordar algunos de aquellos juguetes pues eran la sensación del día siguiente a Reyes. El Coche de Policía, de color amarillo (que recordaba a los taxis de New York en una época en que triunfaba la serie de policías Starsky y Hutch), un mercedes con neumáticos Dunlop y sirena y luces en acción. El Camión Pegaso, con su dirección asistida absolutamente innovadora, sus luces de posición, y hasta con una puerta trasera abatible para poder guardar en él todos los secretos que uno quisiera. La Ambulancia era otro de los favoritos, pues permitía a su dueño desarrollar su instinto solidario, además de dar un uso nuevo a otros muñequitos a los que se podía transportar como pacientes. El coche de carreras Superbólido también era muy cotizado, aunque en este caso tenía enfrente la competencia de los bólidos sin cable del Scalextric, otro clásico de las cartas a los Reyes Magos. Y no olvidemos a otros como el Mercedes, el Rico-Bus…
Mirando hacia atrás, son piezas de museo no sólo los juguetes sino también sus anuncios, sus campañas publicitarias de serie, sus personajes secundarios… Santi Rico era una especie de “el sobrino que todas las madres quisieran tener” (para ser un hijo resultaba quizá demasiado independiente), y para los niños era “el amigo de pandilla que todos querrían”, aunque sólo fuera porque nos dejara jugar con todos sus juguetes. Como personaje fue un acierto, ya que con el tiempo varió de un modelo a otro sin que por ello se alterara el mensaje.
Parte del agradecimiento sobre tantos recuerdos debemos ofrecerlo a la Fábrica Rico, que durante más de 70 años fue proveedor de los Reyes Magos desde la localidad alicantina de Ibi. La firma Rico S.A. se fundó en 1922, aunque ya con anterioridad la familia Rico venía dedicándose al sector juguetero –destacando el de hojalata-, al igual que ocurría con muchas otras familias de la localidad, protagonistas de una historia memorable del juguete español paralela a la de la vecina localidad de Onil. En el caso de Rico, su nacimiento deriva de la empresa Verdú y Cía., creada por un grupo de trabajadores procedentes de la previamente existente Paya Hermanos. En 1919 se les unió Santiago Rico Molina, generando la mercantil Verdú, Rico y Cía.-La Hispánica Artística, que finalmente se convirtió en Rico S.A. al quedar bajo control de Santiago Rico.
Debido a varias causas, la empresa cesó su actividad en 1984. Nos dejó un buen montón de recuerdos, juguetes de colección y la imagen de aquel niño, Santi, al que podemos considerar un “alter ego” del fundador y que muchos recordarán como si fuera ayer al ver sus fotografías. Afortunadamente, nos deja también un elemento permanente como es el edificio de la antigua Fábrica Rico, hoy convertido en dependencia de la Policía Local –lo que asegura su conservación-. Debemos felicitarnos por el mantenimiento de este edificio y la denominación del espacio como Plaza Fábrica Rico, pues constituye un resto de arquitectura industrial cargado de contenido. Además ofrece un alto valor sentimental para la localidad, donde tantas personas tuvieron su medio de vida. La familia Rico aportó una placa conmemorativa y también se previó el otorgar una calle a la esposa del fundador -el cual ya tenía una calle dedicada-, Joaquina Lozano Garzarán, impulsora de un Instituto Escuela Femenina y de la Parroquia de Santiago Apóstol en Ibi.