El Salón de la Fama de los Juguetes (National Toy Hall of Fame) es un organismo radicado en el Strong Nacional Museum of Play, en la localidad de Rochester, New York. Existe desde 1998, y entre sus actividades más llamativas se incluye la elección anual de uno o más juguetes para ser admitidos en un selecto grupo de juegos que hayan alcanzado cierta relevancia.
Para entenderlo mejor citaremos el ejemplo más reciente. Hace pocas semanas se realizó la designación de 2014, que recayó en los tres siguientes: el Cubo de Rubik, las pompas de jabón y los soldaditos de juguete. El año pasado correspondió al patito de goma y al ajedrez. Con los de este año, existe ya un listado de 56 juegos o juguetes que conforman este Salón, en el que han ido ingresando otras creaciones como la muñeca Barbie, las piezas Lego, el Frisbee, el Hula-Hoop, la bicicleta, el Scrabble… Los elegidos de cada año van engrosando un Museo que, con el tiempo, será una verdadera muestra de los objetos más destacables con que los niños de nuestro tiempo se divertían.
No todos son productos elaborados o industriales. Algunos son tan simples como la caja de cartón, o el palo. En el presente año, las pompas de jabón estarían en un escalón intermedio, pues si bien esta distracción existe desde hace algunos siglos (principalmente a partir del siglo XVIII, cuando la técnica de elaboración del jabón empezó a permitir esta práctica), también es cierto que los juguetes para hacer pompas han tenido un éxito rotundo (se habla de 200 millones anuales de unidades vendidas). Ello nos hace preguntarnos cuáles son los criterios utilizados en esta selección. Pues bien, los motivos principales son la permanencia como entretenimiento más allá de las modas, así como el que potencien el aprendizaje, la creatividad o el ánimo de jugar. En definitiva, se trata de conservar estos juguetes no por su valor estético, tecnológico o coleccionable, sino como elemento cultural integrado como propio en la sociedad.
El Museo de ubicación del Salón de la Fama, conocido popularmente como “Strong”, se distingue por el acercamiento a las formas de ocio de una forma interactiva, ágil. La institución fue promovida en su inicio por Margaret Woodbury Strong (1897-1969), gran coleccionista de muñecas e hija de un importante industrial. Parte de su fortuna fue invertida en construir este Centro, en el que podría albergar su impresionante colección (más de 22.000 muñecas al fallecer Margaret). Actualmente son diversas las entidades y fundaciones que apoyan este Museo, al cual se han añadido numerosos servicios y actividades que abordan el juego infantil desde diversas perspectivas, incluyendo educativas, familiares, psicológicas, etc.
Especial interés tiene el apartado Woodbury School, consistente en un programa educativo para niños de entre 3-4 años, que incide especialmente en fomentar la creatividad y curiosidad infantiles. Con ello se intenta no sólo ejercitar una educación más saludable sino enseñar al niño a buscar caminos por sí mismo, tomar decisiones, descubrir sus propias capacidades… en definitiva, enseñar al menor el placer de formarse y de mejorar su entorno. Conceder un lugar de honor a los juguetes en el Salón de la Fama es una forma bonita de reconocer el importantísimo papel del juego en la educación. ¿Cuáles serán los premiados en el 2015?